Una década desde tu partida
El amor es uno de los sentimientos más sublimes del ser humano, es sin duda una medicina que te regenera el corazón, el alma y la propia vida. Somos bendecidos por tener el amor de la familia aquel amor que dicen que es incondicional que no espera nada, pero a veces dudo de aquello, conozco a padres que con el tiempo se olvidaron de sus hijos no solo por sus obligaciones económicas, sino porque el sentimiento, no era lo realmente intacto para seguir junto a sus hijos, pero uno como hijo solo le queda perdonar y tratar de entender lo entendible. Una vez superado aquel amor de padre que alguna vez me falto, Dios fue bueno y me concedió un padre que no es de sangre, un abuelo y sobre todo un hombre que ama a mi madre de una manera extraordinaria, aquí no importaron los años, ni los daños sino la convicción de ser parte de una familia que estaba ahí vulnerable a las situaciones de la vida. Con el paso del tiempo pensé a ver conocido al amor de mi vida, el fruto de ese amor fueron mis hi