El honor de un trabajo digno

En tiempos que no me imagine vivir estoy aquí, la responsabilidad de criar a mis hijas y de darles un mejor futuro ahora tiene miles de interrogantes, trabajo desde los 16 años la necesidad me hizo que desde muy joven sepa lo que es afrontar la responsabilidad de mantener un trabajo. 

No tuve el privilegio de tener unos padres que me regalen una carrera profesional, así que ese sueño se torno para mí casi imposible, solo el hecho de terminar la secundaria para mi significó un gran logro.  

Pero después de terminar mis prácticas profesionales en una institución que me dio una nueva visión, comencé a darme cuenta lo importante que era tener una profesión, que ser bachiller aunque en ese momento era un buen requisito algo dentro de mí me decía que debía luchar por algo más. 

Recuerdo decirle a mi madre que estaba enamorada de una universidad, a lo que mi madre respondió que era imposible que pueda acceder a ella y era muy consciente que esa era una realidad, pero no me di por vencida y tuve la oportunidad de alcanzar ese sueño con una beca y con ángeles en el camino, lo logré. 

El camino fue muy difícil durante el trayecto hice caso a mi corazón y me enamore y pensé que podía tener una familia, pero bueno el tiempo me fue demostrando que estaba equivocada, así que darse por vencida no era una alternativa, con dos hijas  logre terminar mis estudios. 

En el transcurso de esta aventura y sin buscarlo, una oportunidad de trabajo se me presentó  en la institución donde me invitaba a volar, entre protocolos estrictos  y mucha disciplina era una centinela apasionada por la aviación pero sobre todo por los programas de Acción Cívica que me dio la oportunidad de ver lo grandioso de llegar donde otros no pueden y ver la alegría de esa gente, siempre ese trabajo quedará permanentemente dentro de mi corazón. 

El ingreso fue muy difícil, aquí no habían palancas todo fue transparente y prueba de ello fue que pude ingresar por mis méritos y un meticuloso proceso de selección, no sabía que había ganado un concurso y que era una servidora pública con el tiempo me di cuenta de esa preciada distinción. 

Once años trabaje como servidora pública en la institución que me ayudo a ser lo que hoy soy profesionalmente, grandes oportunidades, así como la pena de perder a alguien que siempre lo llevaré dentro de mi alma, vida y corazón y de personas que marcaron mi camino que siempre estuvieron para ayudarme.

Ahora trabajo para la Defensa de mi país ese privilegio que Dios puso en mi camino y que para mi representa más que un trabajo una pasión de vida, ser servidora pública para mi es un privilegio y un trabajo de mucho sacrificio, más ahora en estos tiempos siempre he pensado que el trabajo dignifica a la persona a mí me dio la oportunidad de seguir estudiando, de educar a mis hijas y sobre todo de poder mantener a mi hogar. 

Los servidores públicos trabajamos en beneficio del país. 



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